Dave McCabe: "Han pasado 30 años desde que tenemos almas frescas en la Casa Dagmar..:"
Paul Sacchetti: "Creo que ahora ya la puede llamar la Casa Sacchetti".
Dave McCabe: "Oh, todavía es la Casa Dagmar".
¡Saludos sangrientos lectores!. Finalmente pude entrar a la Casa Dagmar después de meses de buscar éste título en Estados Unidos y México. Mi emoción y felicidad se materializó cuando hace una semana me la topé inesperadamente en Netflix. Sinceramente, lo que generó mi interés por "We Are Still Here" fue su poster, el cual es totalmente retro, como cuando el arte promocional para films de horror era bueno, lo cual me indicaba que al menos la historia implicaría lanzarnos al pasado, cuando abundaba el gore. Eran tiempos muy locos.
¡Cuál fue mi sorpresa al notar desde el minuto uno que éste es en gran parte un homenaje a Lucio Fulci!. El Director Ted Geoghegan (quien en Twitter me agradeció por mis comentarios sobre el film) ha indicado que se inspiró en "The House by the Cemetery" (1981), una de las obras gore más celebradas del maestro del Horror italiano. Por ésa razón, y por otras que explicaré más adelante, considero que éste film es una muy buena adición al Terror contemporáneo.
¿DE QUÉ TRATA?
Después de un trágico accidente que cobró la vida de su hijo adolescente, el matrimonio compuesto por Paul y Anne deciden mudarse del ruidoso Nueva York, a la parte campirana de Nueva Inglaterra, para iniciar una nueva vida. Sin embargo, la pareja desconoce que se han mudado a una casa donde serán "roomies" de una familia de espíritus vengativos, que guardan un secreto muy oscuro que tiene que ver con todo el pueblo.
Además de superar el constante dolor, deberán mantenerse vivos ya que estos espectros del infierno quieren invitarles un boleto de ida al infierno. Afortunadamente, han invitado a buenos amigos para que pasen el fin de semana con ellos, lo que significa sesiones de espiritismo, marihuana, y una visita al bar local. No todo está tan mal si podemos ignorar que el pueblo es cómplice del mal, y sobre todo, que los anteriores residentes AÚN VIVEN AHÍ.
VIVIENDO CON LOS DAGMAR.
Lo que más disfruté de éste esfuerzo es que el Director Ted Geoghegan creó magistralmente un ensamble de atmósfera tétrica, sentimiento de aprensión, paisajes melancólicos invernales, una historia de fantasmas interesante, y gore en su estado más salvaje que no cesa hasta el final de alarido. ¡Ya necesitábamos una masacre así!.
El sentimiento retro le añade un toque muy especial debido a que nos lanza nuevamente a inicios de los 80's, justo cuando surgía la locura slasher, pero también se presentaban títulos que mezclaban historias fantasmales, gore, y dramatismo. Justamente eso tenemos aquí, lo cual apreciamos mucho quienes disfrutamos de aquella época en nuestro género.
Ávidamente, Geoghegan tomó las referencias adecuadas, como el título señalado de Fulci en líneas anteriores. Además, el diseño de producción y fotografía es espeluznantemente bello. Otro punto refrescante es que los protagonistas son gente mayor, lo cual representa un desarraigo a los típicos films slashers donde los protagonistas jóvenes se exponen a diferentes tipos de males, como un asesino con una moto-sierra o un machete. El hecho de que la pareja vive un drama tan terrible, genera situaciones emotivas más intensas que habitualmente no son tratadas en un slasher.
La actuación tan competente genera que estos actores maduros (en especial la siempre efectiva y legendaria Barbara Crampton) sean capaces de generar interés genuino por sus diversas personalidades. Tenemos que el esposo es un sujeto meticuloso, anticuado, y un tanto aburrido; mientras que la esposa constantemente sufre por la pérdida de su hijo, lo cual sobrelleva con la soledad requerida para un caso así. Tenemos a mi personaje favorito, el tal Jacob, un hippie desaliñado amante de la marihuana quien aporta bastante humor negro; a diferencia de su esposa, May, una intensa psíquica. ¡Tenemos un reparto para todos!.
Aunado con lo anterior, estamos expuestos ante momentos de suspenso en los que aparecen entes malignos con un look muy interesante, escenas de gore exageradas, y siempre la sensación de que algo horrible va a suceder. Todo esto en un ritmo muy adecuado que se da el tiempo para establecer una atmósfera, desarrollar un problema muy peculiar, y un tercer acto plagado de acción, gore, y dramatismo. El más allá es explorado también de una manera muy singular, lo cual en diferentes momentos nos remonta a la "Trilogía de las Puertas del Infierno" de Fulci, pero evidentemente se nota la mano del Director, a quien agradecemos que nos entregue un film desde el punto de vista de un fanático del género.
El término "vintage" aplica a la perfección para éste estupendo esfuerzo, que también tiene una narrativa muy extraña que carece de explicaciones, hasta que se revela el twist que provoca tantísima sangre. Los elementos de casa embrujada funcionan perfectamente (objetos que caen, susurros), mientras que los elementos de posesión añaden un plus para cualquier historia de fantasmas (la posesión de Jacob es brutal); todo esto envuelto en tensión, estupendo maquillaje para las secuencias splatter, y flashbacks tétricos sobre noticias viejas que aparecen en el periódico (las escenas post-créditos son grandiosas).
Por todo lo anterior, "We Are Still Here" merece una ovación y reconocimiento por ser único, sangriento, muy entretenido, pero sobre todo, nos recuerda cómo se debe hacer un film de Horror sincero y para los fans. De Geoghegan de corazón para nosotros.
GORE / SANGRE
¿Por dónde empezar?. Sólo les puedo decir que el gore es hermoso y se presenta de manera por demás barbárica. Tenemos apuñalamientos, cráneos aplastados, ojos atravesados, quemaduras, etc. La sangre nunca deja de correr. ¡GRACIAS!.
LA MÚSICA
Muy adecuada y tenebrosa casi todo el tiempo. El uso de canciones de finales de los 70's le dan un toque de nostalgia y funcionan.
DESNUDOS
No tenemos sensualidad pero por alguna razón extraña, Lisa Marie me parece absolutamente sexy.
RECOMENDACIÓN
Date una oportunidad y entra a la Casa Dagmar si estás buscando salir empapad@ de sangre, sufrir algunos sustos genuinos, y convivir con adultos muy peculiares. Ésta es una Película muy refrescante para nuestro género, algo que sucede a cuenta gotas en tiempos actuales. Vamos al Bar de Buffalo Bill, yo invito la primera ronda. Las demás son cortesía del Sr. Dagmar, aunque no les aseguro que tenga buenas intenciones con ustedes. Tengan un buen día. :)
Ah, no podía regresar a mi ataúd sin antes escribir algo muy obvio...
FULCI LIVES!.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario