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sábado, 1 de septiembre de 2018

Full Metal gokudô (Ful Metal Yakuza) (1997) - Miike en su momento más bizarro.

Mafiosos del clan enemigo, discutiendo un plan para enfrentar al "Yakuza Robocop":
"Podemos encontrar al científico y obligarlo a que produzca otro Full Metal Yakuza, un robot de compañía muy leal". 
7/10

¡Saludos, sangrientos lectores!. En ésta oportunidad les escribo sobre una película que busqué durante muchos años en atención exclusivamente a su título. Es decir, ¿quién puede resistirse a las palabras "Full Metal Yakuza"?. 

Independientemente de que soy ávido fanático del Sr. Miike, lo cual pueden constatar en las entradas que le he dedicado; éste título "me invocaba" por alguna situación que aún no comprendo. 

Alguna vez me topé con el VHS en el estante de un videocentro pequeño, si mal no recuerdo, cerca del Instituto Oriente, pero sinceramente no le presté mucha atención debido a que me encontraba en la fase de rentar clásicos tipo "A Clockwork Orange" (1971), "Trainspotting" (1996), "Fight Club" (1999), entre otros. Ya saben, la etapa adolescente busca convertirse en cinéfilo serio. O algo así.

Sin embargo, tanto el título como la descripción al reverso de la caja que contenía la película se grabaron en el disco duro de mi obsesiva y paranoica mente. Así que, finalmente, después de muchos kilómetros recorridos, por fin pude atestiguar el trabajo más bizarro (a mi consideración) del legendario director japonés. 

¿Cumplió mis expectativas?. ¡Qué importa!. Lo que les puedo asegurar es que mi versión adolescente resurgió durante casi 2 horas y se la pasó muy bien. O sea, si te gustó "Robocop" (1987), digamos que vas a obtener algo muy similar pero con el toque Takashi. ¿Qué?. No, no es el nombre de un platillo; así que continúen leyendo para saber un poco más de éste título tan peculiar.

¿DE QUÉ TRATA?
Kensuke Hagane, un matón amateur muy distraído y un tanto torpe, está haciendo sus pininos en el mundo de la Mafia Yakuza, la más poderosa y salvaje en Japón. 

Como matón, el buen Kensuke es la burla de sus colegas, e incluso ha llegado a ser humillado en situaciones simplonas, como cuando unos pubertos lacrosos le propinan una golpiza en un parque. *Inserte emoji de facepalm*.
Un buen día, justo cuando el jefe mafioso de nombre Tosa, ídolo absoluto y leyenda dentro del hampa, abandona la prisión tras cumplir una condena; Kensuke es asignado como su chofer para trasladarlo del reclusorio hasta un lugar de seguridad. 

Pero la mala suerte de nuestro protagonista se presenta cuando durante el trayecto ambos son sorprendidos por sicarios, quienes los balean inmisericordemente. Todo estaba planeado por el clan rival.

Los cadáveres de ambos son encontrados y recuperados por un científico loco quien tal vez es muy fan de "Re-Animator" (1985) y decide crear una especie de robot-yakuza al unir determinadas partes de los cuerpos de ambos sujetos. 
Kensuke es ahora una especie de Robocop, o sea, mitad robot-mitad humano, con cuerpo de acero anti-balas, fuerza desmedida, movimientos de velocidad espectaculares, y sí, con el miembro viril supuestamente enorme y corazón de Tosa.

Kensuke escapa eventualmente de su nuevo creador y decide que es momento de buscar venganza por su muerte y por la de su ídolo, así que en modo Monstruo de Frankenstein torpe, enfrenta a aquel clan, desatando una cacería sangrienta y provocando que ellos secuestran a la prostituta que él ama, y quien fuera novia de Tosa. 

Vaya "Ruta del Héroe" tan interesante.
¡Qué empiece la masacre!.

C O M E N T A R I O S

"WTF?! con Miike?!".

Ésa fue mi constante exclamación durante el tiempo de duración de ésta joyita robótica... Y seguramente fue la misma de los futuros patrocinadores de las películas del Sr. Takashi, quien demostró en éste trabajo preliminar su creatividad, imaginación, y sobre todo, conceptos bizarros artísticos que pocos cineastas poseen en la actualidad.

Verán, ésta película fue lanzada como un "Direct To Video" debido a su ultra bajo presupuesto y por tener la letra "B" tatuada en la frente, coqueteando con la delgada línea de una película de explotación y un video nasty post-moderno. 

Por lo tanto, es muy grande el mérito del cineasta al poder exprimir hasta el último centavo y añadir mucha pasión y corazón a su proyecto. Un corazón tan grande como el de Tosa.
El resultado es una película sangrienta, entretenida, muy humorística, aunque podría también catalogarla como caricaturesca; y no por el hecho de que se basa en un comic popular, según tengo entendido. 

Dicho Escrito lo anterior, "Full Metal Yakuza" tiene todos los elementos para ser considerado un Clásico de Culto, y creo que es justo indicar que con el paso del tiempo, ya lo es. 

La historia no se complica y sigue un A-B-C linear en cuanto a tomar riesgos. Algo así como: Geek es asesinado - Geek se convierte en Robocop - Geek intimida al clan rival - Clan rival secuestra a su interés amoroso - Geek intenta salvarla. 
No puedes esperar mucho en cuanto a diálogos ni narrativa, pero eso se compensa con el estilo visual característico del Director, quien nos ofrece una especie de comic viviente aunque con mucha sangre, vulgaridades, y referencias sexuales extrañísimas (no vuelvo a tocar el tema del pene de Tosa, ugh).

Ahora, todo eso es cobijado por una Cinematografía hermosa que resalta las cualidades visuales más representativas del Cinema nipón; Por ejemplo, la memorable secuencia en la playa, o las noches lluviosas en un distrito que luce inseguro pero radiante (seguramente Miike gastó casi todo el presupuesto en la fotografía).

Así que la representación de temas como la venganza y el romance tienen un look único que difícilmente encontrarás en films contemporáneos, dándole un toque visual y atmosférico sui generis a ésta experiencia. 

No hay muchas lecciones al estilo Chan Park-wook en cuanto a la venganza, pero algunos rasgos de los protagonistas nos indican que la historia concluye con un mensaje tipo: "Violencia bizarra provoca un baño de sangre".
"Full Metal Yakuza" al ser un antecedente directo de "Ichi: The Killer" (2001), nos brinda la posibilidad de entender de dónde Miike hizo uno de los mejores "brain storming" de su carrera, ya que aquí hay plenitud de peleas de espadas samurai, nuestro Robocop japonés propina golpizas a unos bullies y después despacha mafiosos salvajemente, así como presenciamos momentos de tortura que a veces son chuscos y a veces son desagradablemente violentos. 

Es muy prudente indicarles que para disfrutar de ésta experiencia, deben estar en un modo alternativo como cinéfilo; es decir, no esperen el tipo de calidad que encuentran en "una buena película"; pero les afirmo que definitivamente observarán situaciones tan bizarras y sangrientas al grado que existe un gran porcentaje de probabilidades en que se diviertan mucho. 

También es importante indicar que el look por momentos sí podría ser catalogado como de ultra mega baja calidad, tipo video-home. La escena de la tortura de la chica es un buen ejemplo ya que la iluminación es digna de "Sexandroide" (1987).

Algo que sí considero muy negativo es que el nivel de absurdos se eleva descaradamente de manera constante, y eso merma la experiencia porque se acerca a lo aburrido; es como si no hubiese envejecido dignamente. ¿Un ejemplo contundente?. Cuando nuestro Yakuza robótico aprende a comer. Ahí pensé que estaba viendo un sitcom noventero en sindicazión. 

Y ni siquiera entraré en detalles cuando practica sus movimientos de pelea... Ugh. Esto lo metería en la sección de gore sin problema. 
Pero vaya, lo podemos ignorar si tomamos en cuenta el presupuesto y el hambre cinematográica-creativa de Miike.

Tsuyoshi Ujiki, Tomoro Taguchi, y Takeshi Caesar son actores míticos en éste tipo de films y demuestran la estupenda química que existe entre ellos. Me hicieron el día. 

GORE / SANGRE
Éste es una especie de buffet de mercado negro al ofrecer tripas, decapitaciones, torturas, golpizas, y bueno, el común denominador en vez de soya es sangre, muchísima sangre. 

Algunas secuencias durante la "operación" para la fusión hombre-robot son increíblemente creativas. 

Con un presupuesto miserable, Miike se encargó de crear momentos grotescos pero fascinantes para contemplar.
Kudos para el equipo de maquillaje, en pocas palabras. 

Totalmente gore la conducta inicial de Kensuke al desarrollar su trabajo (creo que es peor chofer que Fredo) y obviamente todo lo referente a la virilidad de Tosa. ASCO, MIIKE, ASCO. 

LA MÚSICA
Absurda, ridícula, cómica. Funciona como relojito mecánico en el pecho de Kensuke. 

Las melodías creadas por el mítico maestro Koji Endo son pegajosas, sobre todo en la secuencia de la playa, donde el film alcanza su mayor nivel artístico. 
Los sonidos biónicos de las articulaciones de nuestro protagonista me parecieron espectaculares. 

DESNUDOS
Sí, hay muchos pero no voy a entrar en detalle ya que son repugnantes. Te estoy viendo Tosa.

No, no, mejor no te veo.

R E C O M E N D A C I Ó N
Si eres fanático del trabajo de Takashi Miike pueden suceder dos situaciones mientras disfrutas de "Full Metal Yakuza":

1) Te vas a confundir por el humor negro y situaciones absurdas-violentas.
2) Vas a contemplar y disfrutar referencias que fungirían como material futuro en la filmografía del Director. 

Yo les recomiendo darle una oportunidad porque CRÉANME, son pocos los títulos de éste tipo. Es algo muy bizarro pero entretenido y sangriento, así que si eres un sabueso del gore, vas a invertir casi 2 horas en diversión.
Si buscas algo similar pero serio dentro del repertorio de éste Director, mejor ve "Blade of the Immortal" (2017). 

Pero no, yo sé que estás buscando a éste Yakuza para vivir durante un buen rato diversión depravada, violenta, y graciosa. 

Miike se divirtió y aprendió muchísimo de ésta experiencia, la cual considero una piedra angular en su trayecto como cineasta. Es algo como: 

"Si no me quisiste cuando estaba así, no me busques ahora que estoy así". 














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